05 enero, 2019

Milán imprescindible: Qué ver y hacer en uno o dos días

Milán se encuentra en la parte superior de la "bota", en el norte de Italia. Es la segunda ciudad más grande y la capital comercial del país. Es además famosa en todo el mundo por su moda, y tiene algunas de las mejores tiendas de Europa. 
 
En Milán, también verás una de las catedrales más grandes del mundo: el "Duomo", y que sólo por contemplarla de cerca, ya se merece una visita!!! Pero por alguna razón que desconocemos, no suele tener muy buenas críticas, y con este post espero darte buenas razones para cambiar de opinión, o por el contrario, ¡que te animes a conocerla!

Qué ver en MIlan en uno o dos días
Milán además tiene una ubicación perfecta para poder visitar el Lago di Como, y está aproximadamente a 1 hora en tren de Verona, una de las ciudades más bellas y románticas de Italia, junto con mi adorada Venecia.

La mayoría de la gente dedica sólo un día a visitarla, o incluso sólo unas horas, pero Milán tiene un montón de cosas para ver, así que yo recomiendo al menos reservar un par de días para disfrutar bien de ella. Nosotros estuvimos un día entero y unas horas, y la verdad es que se nos quedó algo justo para todo lo que queríamos hacer.


Visitas imprescindibles

 

"Il Cenacolo" de Leonardo da Vinci


Más conocida como la "Última Cena", es unas de esas visitas que dejan huella, y que no debes perderte si viajas a Milán. Se encuentra en el refectorio de la iglesia de Santa Maria delle Grazie, y fue un encargo del señor de Milán, Ludovico il Moro, a Leonardo da Vinci hacia finales del siglo XV.




Está abierto todos los días (menos los lunes), y la reserva es totalmente obligatoria. Te recomiendo planificar tu visita con bastante antelación, ya que los tickets se agotan rápidamente.

Sobre cómo y cuándo conseguir las entradas, su historia, y algunas pinceladas para entender un poquito más esta gran obra de arte, te hablo detalladamente este POST.

El Duomo


El Duomo de Milán es un maravilloso ejemplo del gótico Lombardo, y es una de las catedrales de culto católico más grandes del mundo. 
 


Empezó a construirse en 1386, bajo las ordenes de Gian Galeazzo Visconti, y tiene un sorprendente número de estatuas (3.400) y torres (135). En la fachada, por encima de la puerta principal, hay una ventana grande con una estatua que se dice que pudo haber inspirado a Frederic-Auguste Bartholdi para diseñar la estatua de la Libertad de Nueva York.

Su interior es realmente bello, y alberga un órgano impresionante. Desde dentro también se puede acceder, bajando por unas escaleras, a la cripta, donde se encuentran los restos de la anterior basílica del siglo IV.
 



En el altar, e iluminado por una luz roja, se puede contemplar el clavo sagrado, que según cuenta la leyenda, proviene de la Santa Cruz de Jesucristo.

Y si tienes tiempo, no puedes perderte la maravillosa experiencia de subir a las terrazas de la azotea, desde dónde hay unas vistas impresionantes de Milán, y también podrás contemplar de cerca la estatua de la Madonnina dorada, símbolo de la ciudad, y que fue durante muchos años su punto más alto, hasta 1958 que fue superada por el rascacielos Pirelli. También es una delicia ver de cerca los 135 elaborados capiteles y su bosque de arbotantes.
 





Hay una amplia variedad de tickets, dependiendo de lo que quieras visitar. Si vas en verano te recomiendo comprar el Fast Track (25,50€) a través de la web, que aunque es más caro, te aseguras la entrada a la hora que elijas, y te evitas unas horas de cola, que con el sofocante calor que suele hacer, se agradece.

Este tipo de entrada sólo está disponible desde abril a principios de noviembre, y te da acceso prioritario a todo el Complejo Monumental de Duomo, iniciando la visita desde los tejados hasta la catedral. A las terrazas se sube en ascensor. También se puede visitar el área arqueológica subterránea (acceso desde el interior de la catedral), el museo del Duomo y la Iglesia de San Gottardo.
 



La entrada es gratis para los niños menores de 6 años, pero aún así necesitan un ticket, que no está disponible en la web, por lo que hay que ir a la oficina de boletos de Fast Track (al lado derecho de la catedral) a recogerle. Este sistema no nos gustó nada, ya que tuvimos que hacer una cola extra para conseguirlo, a parte de la que hay para subir a las terrazas (muchísimo menor que la normal, pero también la había en pleno agosto).

Así que si vas en temporada alta considero muy importante llevar esta visita bien planificada, para evitar perder medio día en la cola. También otra opción es ir a primerísima hora, y así poder disfrutar de la plaza del Duomo y su impresionante catedral con menos gente.
 

Basílica de San Ambrosio


Está dedicada al patrón de la ciudad, y es la iglesia más importante de Milán después de la catedral. Fue construida en el siglo IV por el obispo de Milán, San Ambrosio, y a pesar de haber sufrido ampliaciones, bombardeos y saqueos durante la segunda guerra mundial, se ha consagrado como una de las obras maestras del románico lombardo.

Tienen especial interés el pórtico de la Canónica, proyecto de Bramante, el oratorio de San Sigismondo y el impresionante tesoro de la basílica, y su Atrio es una auténtica preciosidad.
 

Piazza dei Mercanti


Muy cerca del Duomo se encuentra esta pequeña plaza donde surgió el primer "broletto" en el siglo XII, es decir, el lugar donde se celebraban las asambleas de ciudadanos.
 

Aquí se puede ver el "Palazzo della Ragione", uno de los pocos edificios medievales que se conservan. Sirvió de mercado y como lugar público de reunión. Actualmente, acoge exposiciones temporales de fotografía.

En el otro lado está la "loggia degli Osii", un edificio de estilo gótico usado para administrar Justicia.

Nos gustó mucho este pequeño rincón de la ciudad, y que a pesar de estar muy cerca de la catedral, es muy tranquilo y viene bien para evadirse un poco.

Teatro Alla Scala


La Scala de Milán es uno de los teatros de ópera más famosos en todo el mundo. También ofrece representaciones de teatro y ballet. La temporada va de diciembre a julio.



Tiene una acústica excelente y puede albergar a cerca de 2.000 personas. En su página web se puede consultar la programación de espectáculos actualizada mes a mes, y cuando no hay ensayos, también es posible visitar su Museo, con cuyo ticket se puede ver el interior del teatro desde los palcos.

Le entrada cuesta 9 €, 6 € (para personas mayores de 65 años y estudiantes), y gratis para niños menores de 12 años.

También hay visitas guiadas de lunes a domingo
: a las 16:00 en inglés y a las 16:45 en italiano. Los grupos son de 20 personas como máximo, y no se admiten niños menores de 8 años. El tour cuesta 25 € por persona, y dura unos 45 min.



La fachada del teatro no llama mucho la atención, pero es un lugar icónico de Milán, y en frente hay una pequeña plaza con una estatua de Leonardo da Vinci muy acogedora y con bancos, para descansar un rato.

 

Galeria Vittorio Emanuele II


Construida en 1865, la galería Vittorio Emanuele es uno de los ejemplos más tempranos en el mundo de centro comercial. Dentro se encuentran tiendas carísimas de moda, elegantes cafeterías y hasta un hotel de auténtico lujo de 7 estrellas (el "Town House").






La galería es una maravilla arquitectónica, con unos preciosos techos abovedados de cristal y todo decorado elegantemente. Incluso señalar, que todos los letreros tienen que estar sobre un fondo negro y con letras doradas.



Si deseas volver a Milán, la tradición aconseja girar el talón izquierdo sobre los atributos de un mosaico con un dibujo de un toro y el escudo de Turín.

 

Santuario di San Bernardino Alle Ossa


Los orígenes de esta iglesia se remontan al siglo XIII y están vinculados a la historia del hospital de Brolo que ya no existe. En 1642 ambos edificios fueron muy dañados por el derrumbe del campanario se la cercana iglesia Santo Stéfano. El osario fue reparado rápidamente, y la Iglesia reconstruida en 1750 en estilo barroco.





Dentro de la iglesia hay un estrecho pasillo a la derecha que da el acceso al osario, una sala con una cúpula con frescos y con las paredes completamente cubiertas de huesos humanos, bien ordenados y alineados. Son los restos de personas muertas en el hospital cercano o en prisión, así como los muertos de la orden de los Disciplini (que custodiaban un osario anterior).

En la iglesia, en una capilla a la derecha, se encuentran los restos de algunos descendientes de Cristóbal Colón, con su escudo de armas claramente visible en el marco lateral.

Según cuenta la leyenda, el 2 de noviembre, día de todos los Santos, una niña cuyos restos se encuentran cerca del altar del osario, vuelve a la vida y atrae a otros esqueletos a un baile macabro.

Parque Sempione


Es el parque urbano más grande de Milán, y es ideal para descansar un rato de tanta visita turística o si vas con niños. Ha sido remodelado a lo largo de su historia, pero es el descendiente directo del parque de la familia Visconti, creado por los señores de Milán justo en la parte posterior del castillo Sforzesco, como zona de caza. 




El parque está cercado, y dentro puedes visitar el Acuario Cívico Art Nouveau, el único sobreviviente de la EXPO celebrada en Milán en 1906. 
En un borde del parque también se encuentra el "Palazzo della Triennale di Milano", y la "Torre Branca", a la que se puede subir en ascensor y desde donde tendrás unas vistas magníficas del parque y de la ciudad. Tiene un estupendo mirador a 108 metros de altura, y lo mejor es subir al atardecer. La entrada cuesta 5 €.
 


En medio del parque hay un pequeño estanque con patos, así que es un lugar perfecto para pasear y tumbarse un rato en los jardines a la sombra, para descansar un poco del sofocante calor de los veranos en la ciudad.

Arco della Pace


Fue iniciado en 1807 por Luigi Cagnola, en plena euforia napoleónica. El arquitecto había completado dos tercios de la obra, cuando tras la derrota de Napoleón en Waterloo, tuvo que suspenderla.

En 1826 Francisco I de Austria ordenó que el monumento fuera completado, y dedicado a la paz. Cuando muere Cagnola en 1833 fue terminado por Francesco Peverelli y Francesco Londogno. El mismo emperador Fernando de Austria quiso inaugurarlo el 10 de septiembre de 1838.

Tiene 25 metros de altura, una rica decoración, y representa la belleza clásica y la monumentalidad de la ciudad.

 

Castillo Sforzesco


La historia de este castillo se remonta al año 1360, cuando Galeazzo II Visconti decidió crear una fortaleza entre las murallas medievales de la ciudad. En 1447 fue destruido, y Francesco Sforza lo hizo reconstruir. Durante siglos sufrió numerosas catástrofes, tantas que en 1880 se pensó incluso en demolerlo, pero finalmente fue restaurando gracias al arquitecto Luca Beltrami.
 






Actualmente el castillo alberga varios museos, bibliotecas y un amplio conjunto de exposiciones de pintura, escultura, arqueología etc.

Nada más atravesar la puerta que da a la ciudad, se encuentra la plaza de armas, y el acceso aquí es gratuito
(no a los museos y exposiciones), y merece muchísimo la pena entrar y verlo de cerca. ¡Es un lugar súper acogedor y muy bonito! Además es la entrada del parque Sempione, otro de los imprescindibles de Milán.

Columnas y Basílica San Lorenzo


La basílica de San Lorenzo Mayor, tras innumerables derrumbamientos, ha sido varias veces restaurada, por lo que tiene una mezcla de estilos importante. 

Es un gran ejemplo de la Milán romana y paleocristiana, y su cúpula es la más grande de Milán.

Las 16 columnas corintias son quizá uno de los monumentos romanos mejor conservados de la ciudad. No son autóctonas de la zona, sino que fueron trasladadas de una residencia romana en ruinas para servir como entrada a la basílica.

Naviglio


En la época medieval Milán poseía una red de canales para transportar mercancías a la ciudad, que dejaron de usarse en el siglo XX, y dieron nombre a esta animado barrio.

Actualmente quedan dos canales: el Naviglio grande y el Naviglio Pavese, ambos rodeados por multitud de bares, tiendas y talleres de artistas.



El mejor momento del día para visitarlo es al atardecer, que es cuándo más bonito está y encima podrás aprovechar las famosas horas del aperitivo (empieza sobre las 18.00 y dura entre dos y tres horas. Por el precio de un bebida, se puede disfrutar de un bufé libre de bruschetta, focaccia, embutidos, ensaladas e incluso pasta y marisco; solo hay que coger un plato y servirse) y un gran ambiente.

En el Naviglio grande, haciendo esquina con  el callejón Vicolo privato Lavandai, se conserva un antiguo lavadero que hasta finales de la década de 1950 fue utilizado por mujeres para lavar ropa. Il vicolo dei lavandai es un lugar encantador, donde parece que hayas retrocedido en el tiempo, y es ideal para visitarlo con niños.




La compañía Navigli Lomardi ofrece circuitos por los canales durante lo meses de abril a septiembre.

Cementerio Monumental


Aquí descansan los restos de las familias adineradas de Milán desde 1866, y actualmente se ha convertido en un museo al aire libre, con impresionantes esculturas y mausoleos dignos de ver.

Es el más grande de la ciudad, y si te gusta el arte, es una visita que no puedes perderte.



Y si tienes más tiempo...



Estadio San Siro


Si te gusta mucho el fútbol, como es el caso de Rubén, tienes que ir a visitar el famoso Estadio de San Siro, donde entre octubre y mayo, juegan los dos clubs de fútbol de la ciudad: el AC Milan y el FC Internazionale Milano (conocido como Inter de Milán).


Los aficionados pueden visitar el museo y hacer un tour por el legendario estadio Giuseppe Meazza, y cumplir su sueño de pisar las zonas por donde han pasado grandes campeones del fútbol.

Primero se visita el museo, el tiempo deseado, y luego se inicia el itinerario, pasando por los vestuarios de los dos equipos y finalmente se atraviesa el túnel de entrada al campo. También te puedes sentar en las tribunas el tiempo que quieras, y podrás contemplar numerosos trofeos y objetos emblemáticos.





La entrada al museo cuesta 7 € (gratis niños menores de 6 años), y 17 € el ticket combinado con el tour, que es el más interesante, y fue el que hicimos nosotros.




El estadio está bastante alejado del centro de la ciudad, pero con la línea M5 (color púrpura), se puede llegar cómodamente hasta la parada: San Siro Stadium station. El tranvía número 16 también llega hasta allí.

El cuadrilátero de la moda


Si te gusta ir a la última, la ropa y los complementos, en Milán encontrarás el distrito comercial más famoso del mundo: el conocido cuadrilátero de la moda.

Se trata de unas calles adoquinadas repletas de escaparates con las las marcas más famosas y caras de Italia, y aunque no vayas a comprar nada, merece la pena verlo.

Éstas son las más importantes: Via Alessandro Manzoni, Via della Spiga, Via montenapoleone y corso Venezia.

Muy cerca se encuentra también "Villa reale", en via palestro número 16. Aquí vivió Napoleón, y actualmente alberga una colección de arte moderno.

Stazione Centrale


La estación ferroviaria de Milán es una de las más grandes y de mayor tráfico de Italia, y aunque no vayas a coger ningún tren, si tienes tiempo, merece la pena ver su impresionante edificio, con un precioso pórtico, y en su interior el moderno techo de cristal cilíndrico.



Si quieres ir a pasar el día al lago di Como, desde aquí podrás coger un tren directo hacia Varenna, uno de los pueblos más bonitos que vimos en nuestro viaje por Italia.

Milán de noche


Te recomiendo ver el Duomo de noche y también la "Piazza Gae Aulenti", donde podrás disfrutar de un espectacular paisaje iluminado. Se encuentra rodeada de rascacielos, y por la noche, sus fuentes en cascada se iluminan con colores vibrantes.




Si vas con niños y en verano, es un lugar perfecto para tomarse algo en una terraza, mientras los peques se mojan en las fuentes a la vez que se divierten con las luces que van cambiando de colores.

 El distrito financiero y el barrio vanguardista de Isola


A parte del centro histórico, en Milán también podemos encontrar una zona moderna y con rascacielos, y merece la pena también darse un paseo por aquí si hay tiempo de sobra.





Entre los edificios más altos y famosos están: Unicredit tower, Pirelli skyscraper, el Palazzo Lombardia y el Bosco verticale, este último es residencial y está rodeado de un montón de especies vegetales.

El barrio de Isola se ha hecho últimamente muy popular, y está repleto de bares, restaurantes y tiendas de vanguardia.

Museo del novecento


Este museo de arte moderno, se encuentra en el Palazzo dell’Arengario, y además ofrece unas vistas increíbles de la Piazza del Duomo y la catedral.
 


Las mejores vistas son desde la terraza que hay en la última planta.

Via Bagnera 


Si te gustan los lugares "embrujados" y con un pasado inquietante, no puedes perderte este estrecho callejón, que conecta a través de Santa María con vía Nerino.

Fue el lugar donde se produjeron los crímenes de el primer asesino en serie europeo: Antonio Boggia, antes incluso que el famoso Jack el Destripador. En esta calle, Boggia tenía un sótano donde cometía sus homicidios, hasta que en el 1862 fue acusado y ahorcado.


Milán es una ciudad que a nosotros nos gustó muchísimo, y nos encanta esa combinación perfecta de belleza clásica con edificios modernos y de vanguardia... ¡¡y estamos seguros de que volveremos!!

Y tú que opinas ¿no crees que son razones necesarias para darla una oportunidad?


♥ Y si te has quedado con ganas de más, puedes leer nuestros posts sobre Cinque Terre, la siguiente parada de este gran viaje.


7 comentarios:

  1. Llevo mucho tiempo con ganas de ir a Milán y hasta ahora no habia oido más que críticas negativas acerca de la ciudad. Y desde luego, después de leerte me doy cuenta de lo equivocada que está la gente. Me ha parecido francamente bonita. Me alegro haberte leido! Un abrazo

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    1. Muchisimas gracias Carmen, y sobre todo, me alegra que te haya gustado el post y ojala te animes a ir a Milán. A nosotros nos encantó, y nos da cierta pena, que sea una ciudad con tan malas críticas, porque tiene mucho que ver, y además nos pareció preciosa. Desde luego que hay ciudades en Italia muchísimo más bonitas, pero no por ello hay que dejar de lado a Milán. Si vas, ya me contarás que te parece. Un abrazo

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  2. Hola Marta, me viene genial este post ya que en marzo iré unos días a Milán con mi hija y hay un par de cosas que comentas que desconocía. Por otra parte coincidiremos con el Carnaval Ambrosiano y sobre este tema encuentro muy poco,pero así será más sorprendente.
    Un saludo
    Emma
    http://unmundoinfinito.com/

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  3. Pues sí que hay cosas que ver en Milán!!!! Creo que es el post más completo que he visto de esta ciudad. Enhorabuena!!!

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    1. Muchísimas gracias amiga!! A nosotros ya ves que nos gustó mucho, y tiene un montón de cosas, así que dos días me parece perfecto para una visita y ya de paso.. combinarlo con el lago di como!! Un abrazo

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  4. Excelente, conoci esa maravillosa Ciudad en 1999 de hecho vivi un romance estupendo, en fin amo a Milan y su via Brera, y sus pinotecas , un dia espero no muy lejano vuelva, hic de nuevo ese vaije con tu blog. felicdades

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  5. Felicidades por el post. Visité Milán hace dos años y me supo a poco. Es uno de esos lugares que tengo marcados como de regreso obligatorio. Además de por la ciudad en si, es un lugar perfecto para moverte a otras localidades del Norte de Italia. Coincido en que es injustamente criticada. Eso si, aporto mi recomendación, a ser posible evitar visistarla en verano, sobre todo en julio y agosto, el calor a veces es insoportable.

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Muchas gracias por comentar! Tu opinión es muy importante para mi