Desayunamos en una cafetería cerca de la estación de trenes de La Spezia (incluido en nuestra reserva de alojamiento), y lo primero que hicimos fue comprar la Cinque Terre Treno MS Card, de la que te hablé en el post de preparación del viaje. A parte de la entrada a los senderos, incluye viajes ilimitados en los trenes regionales, por lo que hoy nos compensaba totalmente.
Para ir desde la Spezia a los pueblos de Cinque Terre, hay que coger el tren con dirección a Levanto, que pasan cada muy poquito tiempo. Puedes consultar los horarios desde aquí, que te enlazará con la web oficial de Trenitalia, e incluso comprar los billetes online. También se pueden descargar en PDF desde esta web.
Monterosso al Mare
Sobre las 9.30 h. llegamos a Monterosso al Mare, el último de los cinco pueblos y el más occidental. También es el más grande, y el único en el que, aunque conserva un núcleo de casas antiguas, se ha creado otro barrio nuevo con hoteles y villas.
Si estás pensando en hospedarte en Cinque Terre, en Monterosso encontrarás bastante variedad y oferta de alojamientos, y en mi opinión, después de La Spezia, creo que es el pueblo más cómodo para instalarse y el que más servicios ofrece de los cinco.
Monterosso al Mare está entre dos bahías, que terminan cada una en una playa, y dividen al pueblo en dos.
Por un lado se encuentra el barrio nuevo, que se extiende a lo largo de una gran playa y tiene un ambiente más relajado; Y por otro, el antiguo pueblo de pescadores, que se recoge entorno a la playa de Marina Piccola y el puerto, con un ambiente más bullicioso.
Un curioso túnel peatonal une los dos barrios, y según le atraviesas, podrás ver fotos y objetos variados de la localidad.
Qué ver en Monterosso
✔ La estatua del gigante
Se encuentra al final de la playa de Fegina (barrio nuevo), cerca del aparcamiento. La escultura data de 1910, y fue construida por encargo de dos vecinos de Monterosso que habían regresado de Argentina tras haber hecho fortuna.
El Gigante, de 14 metros, representa la estatua de Neptuno, y en 1966 una fuerte tormenta debilitó la estructura, perdiendo algunas piezas.
Actualmente está siendo restaurada, así que no pudimos ver más que los andamios 😣.
Muy cerca de aquí, hay un parque para los niños: "Parco Letterario Eugene Montale".
Cinque Terre guarda una estrecha relación con el premio nobel italiano Eugenio Montale, quien pasó su infancia en la Villa que lleva su nombre en Monterosso, que además se encuentra justo detrás de la estatua del Gigante.
La casa no se puede visitar, pero merece la pena ir a verla de cerca, y además desde allí las vistas son fabulosas.
Pertenece a los restos del que fuera el castillo de Monterosso, y divide la antigua villa medieval del barrio más moderno y residencial. Desde aquí se tienen unas vistas preciosas del pueblo y sus playas.
Se encuentra en lo alto del cerro de San Cristobal, y para llegar hasta aquí hay que subir por unas escaleras, que se encuentran junto a un pequeño y maravilloso mirador con la estatua de San Francisco, frente a la torre Aurora.
Es una iglesia muy pequeña y acogedora, y en su interior se conserva una importante pintura atribuida a Van Dick: "la crucifixión".
Fue construida en 1619, y en la época de Napoleón sus frailes fueron expulsados. Posteriormente se transformó en hospital militar y más tarde en un almacén, hasta que a finales del siglo XIX fue reformado, y donado a los monjes Capuchinos.
Merece la pena llegar visitar esta iglesia, no solo por su belleza, sino también por las impresionantes vistas que hay desde aquí. También se puede ver su cementerio, para lo que es necesario ascender un poquito más.
Es del siglo XIII, y tiene un gran interés artístico. Es singular su armoniosa fachada a franjas, que alterna mármol blanco y negro.
Está justo detrás de la iglesia de San Giovanni, y es de estilo barroco.
Es el santuario mariano más antiguo de Liguria. Se encuentra a las afueras de Monterosso, cerca del antiguo núcleo de "Albareto", ahora desaparecido. Forma parte del "Sendero de los Santuarios", pero se puede llegar en autobús desde el pueblo y su precio está incluido en la Cinque Terre card.
Su construcción está relacionada con una leyenda, en la que se dice que un sacerdote vio desaparecer una paloma blanca en un muro que se apareció de repente en el bosque; removiendo algunas piedras, descubrió una estatua de la Virgen. Para acogerla, se construyó una capilla y para evitar los saqueos, transportaron la Virgen a la cercana localidad de Albareto. Desde entonces, en el santuario se venera una estatua de madera de la Piedad del siglo XV.
El templo ha sufrido varias reformas, por lo que se pueden intuir diferentes estilos, como el románico y el gótico.
Muy cerca de aquí, hay un parque para los niños: "Parco Letterario Eugene Montale".
✔ Villa Montale
Cinque Terre guarda una estrecha relación con el premio nobel italiano Eugenio Montale, quien pasó su infancia en la Villa que lleva su nombre en Monterosso, que además se encuentra justo detrás de la estatua del Gigante.
La casa no se puede visitar, pero merece la pena ir a verla de cerca, y además desde allí las vistas son fabulosas.
✔ Torre Aurora
Pertenece a los restos del que fuera el castillo de Monterosso, y divide la antigua villa medieval del barrio más moderno y residencial. Desde aquí se tienen unas vistas preciosas del pueblo y sus playas.
✔ Iglesia de San Francesco y convento de los capuchinos
Se encuentra en lo alto del cerro de San Cristobal, y para llegar hasta aquí hay que subir por unas escaleras, que se encuentran junto a un pequeño y maravilloso mirador con la estatua de San Francisco, frente a la torre Aurora.
Es una iglesia muy pequeña y acogedora, y en su interior se conserva una importante pintura atribuida a Van Dick: "la crucifixión".
Fue construida en 1619, y en la época de Napoleón sus frailes fueron expulsados. Posteriormente se transformó en hospital militar y más tarde en un almacén, hasta que a finales del siglo XIX fue reformado, y donado a los monjes Capuchinos.
Merece la pena llegar visitar esta iglesia, no solo por su belleza, sino también por las impresionantes vistas que hay desde aquí. También se puede ver su cementerio, para lo que es necesario ascender un poquito más.
✔ La iglesia de San Giovanni Battista
Es del siglo XIII, y tiene un gran interés artístico. Es singular su armoniosa fachada a franjas, que alterna mármol blanco y negro.
✔ El Oratorio de la Hermandad de los Negros "Mortis et Orationis"
Está justo detrás de la iglesia de San Giovanni, y es de estilo barroco.
✔ El Santuario de Nuestra Señora del Soviore
Es el santuario mariano más antiguo de Liguria. Se encuentra a las afueras de Monterosso, cerca del antiguo núcleo de "Albareto", ahora desaparecido. Forma parte del "Sendero de los Santuarios", pero se puede llegar en autobús desde el pueblo y su precio está incluido en la Cinque Terre card.
Su construcción está relacionada con una leyenda, en la que se dice que un sacerdote vio desaparecer una paloma blanca en un muro que se apareció de repente en el bosque; removiendo algunas piedras, descubrió una estatua de la Virgen. Para acogerla, se construyó una capilla y para evitar los saqueos, transportaron la Virgen a la cercana localidad de Albareto. Desde entonces, en el santuario se venera una estatua de madera de la Piedad del siglo XV.
El templo ha sufrido varias reformas, por lo que se pueden intuir diferentes estilos, como el románico y el gótico.
Dónde comer
➡️ Ristorante Miky (Via Fegina, 104): es muy conocido por sus calamares a la parrilla.
➡️ San Martino Gastronomía (Via San Martino 3): un restaurante muy informal, pero con comida de calidad. Tiene también una buena variedad de vino local. Los precios son bastantes razonables.
➡️ Ristorante Ciak (Piazza Don Giovanni Minzoni 6): está ubicado en el corazón del casco antiguo de Monterosso, justo enfrente de la iglesia de San Juan Bautista, y su especialidad es el marisco. ¡El risotto ai frutti di mare es una delicia!
➡️ Il Ciliegio (Localita' Beo, 2): se encuentra en una colina, algo alejado del pueblo, pero dicen que es un excelente restaurante para comer marisco, muy tranquilo y una terraza con unas vistas muy bonitas.
➡️ Il Fornaio (Via Fegina, 112): un lugar muy recomendable para probar su fantástica focaccia.
➡️ Da Eraldo (Piazza Giacomo Matteotti): un restaurante magnífico para comer antipasto.
➡️ Il Bocconcino (Via Fegina): se encuentra al lado de la estación de tren, y si te apetece comida para llevar, en este local se venden los típicos conos con pescado frito y patatas. Es un local muy famoso, así que suele haber colas.
➡️ L'Ancora della Tortuga (Salita dei Cappuccini, 4): se encuentra en un acantilado, tiene buena comida y unas vistas impresionantes. El precio es algo elevado, ¡pero es perfecto para una cena romántica viendo el atardecer!.
➡️ Il Casello (Lungomare Ferrovia Casello, 70): tiene unas preciosas vistas de la playa.
➡️ Enoteca da Eliseo (Piazza Giacomo Matteotti, 3): un local perfecto para disfrutar de un aperitivo al más puro estilo italiano.
➡️ La Cantina del Pescatore (Via Vittorio Emanuele, 19): Sirven unas focaccias y bruschettas riquísimas, hechas con productos frescos. También se venden productos gourmet de la región.
Vernazza
Vernazza, conocida como "la joya de Cinque Terre", es un pueblo de gran tradición marinera, que posee una pequeña bahía dominada por un acantilado rocoso, tan bonito y pintoresco, que ha pasado a convertirse sin ninguna duda en mi favorito!
Nosotros llegamos en tren, en apenas unos 5 minutos, pero si tienes tiempo, también puedes venir andando por el sendero que lo une desde Monterosso, aunque dicen que el camino es difícil al principio, y por eso se recomienda hacerlo mejor en sentido contrario.
En Vernazza se encuentra el auténtico puerto natural de la región, y siempre ha sido el único punto de desembarco seguro en Cinque Terre. Antaño fue un lugar con una gran actividad pesquera, pero la flota ha ido disminuyendo con los años.
En 2011, se produjeron unas fuertes inundaciones y hubo un devastador deslizamiento de tierra, que causó grandes daños a la región. De aquí nació una empresa comunitaria única, con capital privado, que tiene varios objetivos, entre otros la restauración arquitectónica y conservación de las instalaciones.
La iniciativa incluía un proyecto de voluntariado, permitiendo a los visitantes ayudar con actividades comunitarias como la recolección de uvas, la restauración de terrazas y la construcción de muros de piedra.
Por una donación de 29 €, que se destina íntegramente al proyecto, se podía hacer una visita con un guía bilingüe, participar en una sesión de trabajo en la que podrás interactuar con los lugareños, y disfrutar de un picnic con un vino típico de la región.
Me parece un proyecto y una experiencia muy bonita si dispones de tiempo suficiente, y además si te gusta colaborar y conocer de cerca las costumbres locales, ésta es una oportunidad fantástica! Según me han comentado desde la asociación, no hay previstas visitas guiadas para el 2019, pero si te interesa el proyecto, puedes encontrar más información aquí.
Qué ver en Vernazza
✔ Pasear y perderte por sus estrechas y empinadas calles
Algunas de ellas están decoradas con preciosos detalles, que sin duda harán que te vayas parando para hacer fotos a cada paso.
Su calle principal, que va desde la estación hasta el puerto, está bordeada de preciosos edificios de colores que albergan tiendas, cafeterías y viviendas.
✔ La Iglesia de Santa Margarita de Antioquía
Data del siglo XIV y es de estilo gótico-ligure. Destaca su torre octogonal de 40 metros de altura, coronada con una gran cúpula, y hoy en día es uno de los iconos de la localidad.
Se encuentra situada frente al mar, y su emplazamiento esconde una bonita leyenda: cuenta que en la orilla del mar se encontró una caja de madera con los huesos de un dedo de la mano de Santa Margarita. La población entonces decidió construir la iglesia en honor a la Santa allí mismo.
✔ El mirador de Vernazza
Si quieres contemplar la vista más hermosa de Vernazza, tienes que ir hasta su famoso mirador. Para llegar hasta él, hay que dirigirse hacia el sendero que conduce a Monterosso al Mare. La entrada se encuentra en un callejón frente al letrero luminoso de la farmacia de Vernazza.
Al principio del camino está la caseta de información, donde hay que pagar para entrar, o bien enseñar la tarjeta Cinque Terre, que incluye el acceso a los senderos.
Desde allí hay que andar como unos 5-10 minutos, todo en cuesta, y pronto reconocerás la impresionante imagen de Vernazza, que ya habrás visto en tantas fotos, y que te aseguro que merece muchísimo la pena de ver. El camino está vallado, pero hay una especie de mirador, donde puedes entrar sin ningún problema (saltando la valla, por supuesto).
Está rodeado de pintorescas casas de color pastel, y es una zona realmente preciosa, de ahí que se le considere a este pueblo como uno de los más hermosos de Italia.
Tiene una pequeña playa perfecta para los niños, ya que su agua es tranquila y limpia, que se asemeja al de una piscina.
Alrededor, en Piazza Marconi, hay muchos restaurantes y animación. Yo te recomiendo comprarte algo para llevar y comerlo allí mismo, sentado en alguno de sus bancos o en la arena de la playa si hace buen tiempo. ¡Es una verdadera delicia!
El castillo medieval de Vernazza, se construyó a mediados del 1500, esencialmente como una torre de vigilancia para proteger al pueblo de los piratas.
Lo que ahora quedan son sus restos, y sobre todo destaca su torre cilíndrica, que se alza sobre una impresionante colina, donde merece la pena subir simplemente por contemplar desde su terraza la maravillosa silueta de la localidad desde lo alto.
Desde allí hay que andar como unos 5-10 minutos, todo en cuesta, y pronto reconocerás la impresionante imagen de Vernazza, que ya habrás visto en tantas fotos, y que te aseguro que merece muchísimo la pena de ver. El camino está vallado, pero hay una especie de mirador, donde puedes entrar sin ningún problema (saltando la valla, por supuesto).
✔ El puerto
Está rodeado de pintorescas casas de color pastel, y es una zona realmente preciosa, de ahí que se le considere a este pueblo como uno de los más hermosos de Italia.
Tiene una pequeña playa perfecta para los niños, ya que su agua es tranquila y limpia, que se asemeja al de una piscina.
Alrededor, en Piazza Marconi, hay muchos restaurantes y animación. Yo te recomiendo comprarte algo para llevar y comerlo allí mismo, sentado en alguno de sus bancos o en la arena de la playa si hace buen tiempo. ¡Es una verdadera delicia!
✔ El castillo de los Doria
El castillo medieval de Vernazza, se construyó a mediados del 1500, esencialmente como una torre de vigilancia para proteger al pueblo de los piratas.
Lo que ahora quedan son sus restos, y sobre todo destaca su torre cilíndrica, que se alza sobre una impresionante colina, donde merece la pena subir simplemente por contemplar desde su terraza la maravillosa silueta de la localidad desde lo alto.
La entrada cuesta 1,50 €.
✔ Belforte
✔ El Torreón
En la parte alta del pueblo todavía quedan algunos restos de las murallas defensivas que hubo antaño, y aún se conserva una importante fortificación, "El Torreón" del siglo XVI. Está en el lado opuesto al Castillo.
✔ El Santuario de Nuestra Señora de Reggio
Ubicado a 300 metros sobre el nivel del mar, este santuario data del siglo XI, pero incluye una cripta de una estructura anterior. Aquí se venera la imagen de una Virgen Negra con el Niño, conocida también como la "Africana".
✔ Contemplar la silueta de Vernazza desde el camino que lo une con Corniglia
Este sendero ofrece las vistas típicas de muchas postales del pueblo, del castillo y los alrededores. El punto de partida está justo encima de la estación de trenes.
Aunque no lo recorras entero, el panorama más bonito se puede ver en los 10 primeros minutos de caminata desde la estación, así que merece la pena hacer un esfuerzo para tener una perspectiva diferente y realmente espectacular de Vernazza, y donde te aseguro que no podrás dejar de hacer fotos.
Dónde comer
➡️ Ristorante Bar La Torre (Via M. Carattino, 64): un restaurante con buena comida, y lo mejor de todo, unas vistas increíbles de Vernazza.
➡️ Gelateria Vernazza (Via Roma, 13): un local pequeñito, con los mejores helados de la localidad.
➡️ Il Pirata delle Cinque Terre (Via Gavino 36): se encuentra en la parte alta del pueblo, cerca de la estación de tren, y tiene una comida riquísima. Destacan sobre todo sus postres.
➡️ Il Gambero Rosso (Piazza Marconi 7): un local muy recomendable, que se encuentra justo en el muelle, y perfecto para disfrutar de una buena pasta y productos frescos del mar.
➡️ Restaurante Belforte (Via Guidoni, 42): se encuentra en una antigua torre, con vistas al puerto, y dependiendo del clima, puedes sentarte dentro, o en el exterior, para disfrutar de unas vistas del mar espectaculares.
➡️ Taverna Del Capitano (Piazza Guglielmo Marconi, 7): está situada en la plaza del puerto de Vernazza, y su comida tiene muy buenas valoraciones.
➡️ Trattoria Gianni Franzi (Piazza G. Marconi, 5): este antiguo restaurante también se encuentra en la zona del puerto, y sirve una riquísima comida de la zona. Es famosa su pasta trofie con pesto, una receta local.
Corniglia
Corniglia es el único pueblo de Cinque Terre situado en un altiplano, a unos cien metros de altura, y que no tiene puerto. Está rodeado de viñedos y olivos, y su vino "Vernaccia", es de los más valorados.
De todas las ciudades de Liguria, Corniglia está considerada como la más tranquila, y es una auténtica delicia pasear por sus calles, rodeadas de casas y tiendas perfectamente decoradas.
Se accede subiendo una empinada escalinata desde la estación de tren, la "landarina", formada por 33 rampas y 377 escalones, pero si hace mucho calor o vas con niños, te recomiendo coger un autobús (sale al lado de la estación de tren), que además entra gratis con la tarjeta Cinque Terre.
Otra forma de llegar, y que a nosotros nos ha quedado pendiente, es a través del sendero azul desde Vernazza. De esta manera te ahorras el bus y las escaleras, y además podrás tener una panorámica preciosa de Corniglia según te vas acercando al pueblo.
Qué ver en Corniglia
✔ Pasear por Via Fieschi
Es su calle principal, y te recomiendo tomarte tiempo para recorrerla, ya que está repleta de tiendas encantadoras a las que no podrás dejar de entrar.
Y al final del todo, te encontrarás con una maravillosa terraza panorámica (Santa María), que tiene unas vistas que te dejarán sin palabras. ¡Éste es el lugar perfecto para quedarse a ver el atardecer!.
✔ La Iglesia de San Prieto
Se encuentra en la parte alta del pueblo, y tiene una mezcla de varios estilos.
✔ El Oratorio de los Disciplinados de Santa Caterina
Esta pequeña iglesia data del siglo XVIII, y se encuentra en la plaza principal de Corniglia: "Largo Taragio".
✔ El Santuario de Nostra Signora delle Grazie (Nuestra señora de las Gracias)
El Santuario se construyó a principios de 1900 en un lado del monte, para reemplazar una capilla que data de 1584, y se encuentra a una altitud de 390 metros sobre Corniglia. Según una leyenda, los habitantes de Corniglia fueron a la iglesia con intención de restaurar una pintura de la Virgen María, pero la encontraron intacta y con colores vivos. La fiesta se celebra el 8 de septiembre.
La mejor manera de llegar hasta el santuario es andando a través de un sendero, por lo que si quieres visitarlo, es necesario dedicar al pueblo al menos medio día, al igual que el resto de santuarios (cada pueblo tiene el suyo, pero están algo alejados del centro turístico).
Dónde comer
➡️ Bar Terza Terra (Via Fieschi, 215): Con una vista increíble, y buena comida, este local no te decepcionará.
➡️ Er Posu Café (Via Fieschi, 52): un bar con muy buenas valoraciones y con un ambiente muy tranquilo.
➡️ La Posada (Via Stazione, 11): Un precioso restaurante con una terraza-jardín colgada en lo alto de un acantilado, y estupendas vistas a la costa de Cinque Terre y Manarola.
➡️ Alberto gelateria (Via Fieschi, 74): una de las mejores heladerías de Cinque Terre, donde también puedes probar unos crepes muy ricos y unos granizados riquísimos. Además la decoración del local es preciosa.
Corniglia nos regaló una tarde estupenda, y es una pena que mucha gente no la visite por falta de tiempo, ya que aunque no sea la más impresionante de lejos, sus calles me parecieron las más bonitas y tranquilas de los cinco pueblos.
Todo estaba cuidado hasta el mínimo detalle, y desde aquí fue dónde mejor pudimos observar las maravillosas laderas de Cinque Terre, cubiertas de viñedos, olivos y limoneros.
Nos fuimos a cenar a La Spezia, ya que el día había sido agotador, y así ya teníamos el hotel muy cerca.
Aún nos quedaba un día en Cinque Terre, ¡y ya estábamos completamente enamorados de la costa de Liguria!. Pasear sin rumbo fijo por sus pueblos con olor a mar, descubrir sus coloridos edificios, y perderte por sus estrechos callejones, que parecen haberse detenido en el tiempo, te harán sentir por unos momentos que este lugar es un verdadero pedacito del paraíso.
Qué zona tan bonita!! Menos mal que te he hecho caso y al final no vamos en enero, porque con todo lo que hay que hacer y ver, en dos días y medio, no tendríamos tiempo de verlo todo y saborearlo como es debido, y más siendo invierno. Me guardo tu guía par cuando pueda ir.
ResponderEliminar¡Fantástico post!