25 febrero, 2018

Road trip Normandía-Bretaña: Roscoff, la ciudad más british de la costa bretona

Miércoles, 9 de Agosto de 2.017 

Roscoff es una pequeña ciudad portuaria ubicada en el departamento de Finisterre, y está catalogada como “Petit cité de caractére, ya que ha logrado conservar su rico patrimonio e historia, y aún mantiene ese aire rural tan característico.

guia viaje Roscoff Isla de Batz bretaña francesa


Es un lugar que invita a perderse entre sus preciosas calles, a disfrutar de sus playas, a evadirse y descansar de la multitud. No es tan turística como el resto de lugares que visitamos en Bretaña, y quizá por eso aún conserva esa autenticidad que la hace tan especial.

Roscoff se dibuja alrededor de un puerto cerrado por un muelle y salpicado de pequeñas casas de granito y coquetas casas de verano.



Llegamos al mediodía, después de poco más de una hora desde la costa de granito rosa, y la lluvia nos acompañó durante todo el camino.

La tarde en Roscoff estuvo salpicada por momentos de lluvia y mal tiempo, así que nos dejó una estampa un poco gris de la ciudad y desde luego, nos arruinó por completo nuestra ansiada tarde de playa, pero aún así... fue uno de los lugares que más recuerdos me dejaron, y al que seguro me gustaría volver con buen tiempo...¡tiene que ser una verdadera delicia!

 

UN POQUITO DE HISTORIA 


Roscoff es muy conocida por su curiosa historia de los "Johnnies". Desde el siglo XIX, los Johnnies, que eran comerciantes de cebollas, embarcaban todos los años hacia Gran Bretaña para vender sus productos, puesto que en Bretaña no conseguían hacerlo debido a la crisis económica.

La figura del Jhonnie vendiendo cebollas, se hizo muy popular en el Reino Unido, y les empezaron a llamar así por ser "John" un nombre muy habitual en la Bretaña de la época.



Cerca del puerto, en una pequeña granja tradicional bretona, "La maison des Jhonnies et de l'oignon" narra el viaje de estos Johnnies y la cebolla de Roscoff, conocida por su color rosa y suave, de sabor dulce.

Este vínculo con Reino Unido sigue siendo muy evidente, porque desde aquí parten los transbordadores hacia Inglaterra e Irlanda. De echo pudimos comprobar que había bastante turismo anglosajón y que en los restaurantes hablaban perfectamente inglés, cosa que no vimos en otros rincones de Bretaña.

La historia de Roscoff también está muy vinculada al mar, y además tiene el privilegio de tener el primer puerto de pesca de cangrejo francés: el "Vieux Port".



Ni que decir tiene que las mesas de los restaurantes están embellecidas con exquisitos manjares como: los camarones, ostras, almejas, berberechos, bígaros, langostas, almejas,...etc. Así que si te gusta el marisco, en Roscoff encontrarás una amplia variedad y oferta de " fruits de mer".

Roscoff también es conocida por el cultivo de algas, puesto que se ve favorecida por la excepcional calidad del agua, constantemente renovada por las fuertes amplitudes de la marea. Éstas sirven para la cocina y también para la elaboración de productos cosméticos.

Y por si todo esto fuera poco, también se trata de una ciudad balneario. Es precisamente aquí, por el entorno, la calidad del aire y del agua, que un médico eligió Roscoff, hace más de un siglo, para crear el primer centro de talasoterapia. De echo, nuestro hotel era uno de los centros de spa más famosos y con más reputación de la ciudad, ¡aunque nosotros no pudimos poblarlo!

QUÉ VER Y HACER EN ROSCOFF


♥ Iglesia Notre-Dame de Croas-Batz


Esta preciosa iglesia es de estilo gótico flamígero, aunque lo que más llama la atención es su impresionante campanario, que fue añadido durante la época del Renacimiento.






Las paredes exteriores están adornadas con barcos esculpidos que evocan la prosperidad del comercio marítimo, y los cañones apuntando hacia el mar, que simbólicamente protegen la ciudad.



La entrada es gratis, y se puede visitar todos los días de la semana de 9-18 h. Es una iglesia muy bonita, y sin duda, fue de las que más nos gustaron de Bretaña.

 

♥ Puerto viejo (vieux port)


Empezó a construirse en 1560, y en 1969 se añadió la pasarela de 527 metros que llega hasta las aguas más profundas, y que permite montarse en los barcos que van hasta la Isla de Batz cuando la marea está baja.





El faro de Roscoff domina la zona del puerto. Tiene 24 metros de altura y 95 escalones.

 

♥ Excursión a la Isla de Batz


La isla de Batz es una pequeña isla ubicada cerca de Roscoff, en el norte de Finisterre.

Después de solo un cuarto de hora de travesía en barco, la isla te ofrece un escenario totalmente diferente.




La isla se extiende de este a oeste, con una longitud de solo 3,5 kilómetros.

La vida de los habitantes gira en torno a tres sectores de actividad: agricultura, pesca, servicios, con varias tiendas y algunos artesanos. En los últimos años el turismo se ha convertido también una importante fuente de ingresos, siendo posible incluso alojarse en un hotel dentro de la isla

La isla de Batz es un destino perfecto para relajarse y para pasar unos días de vacaciones sin agobios. También es muy recomendable si vas con niños.







Nosotros tuvimos mala suerte con el tiempo, y nada más llegar a la isla se puso a llover. Además hacía algo de frío, por lo que no pudimos disfrutar mucho de la visita. Únicamente pudimos dar un pequeño paseo y entrar a la iglesia de Bon Secours, sencilla y muy acogedora.






A pesar de la lluvia, pudimos comprobar que la isla es realmente bonita, y nos pareció todo un oasis de paz y tranquilidad, con pintorescas casas de ventanas azules y rodeada de preciosas y coloridas plantas.













En la isla hay buenas playas al este de la isla, perfectas para descansar y para los niños, como las de: "La Grève Blanche" y "Aod Vraz".







También hay un faro al que se puede subir, y un importante jardín botánico: Jardín Delaselle.

Para llegar hasta la isla salen barcos cada poco tiempo desde el puerto de Roscoff, aunque la frecuencia varía segun la temporada, así que conviene consultar previamente los horarios. Puedes hacerlo desde aquí. Los tickets se compran directamente en la taquilla que hay en la zona del embarcadero, y cuestan 9 € (ida y vuelta).



Si estás interesado en visitar la isla de Batz, te recomiendo que visites el blog de Teresa: "El Faro de la Jument", gran conocedora y enamorada de la Bretaña Francesa y con unos post muy interesantes sobre esta zona. ¡A mí me ayudó mucho con la preparación del viaje!.

 

♥ Maison des johnnies (48 rue Brizeux)


En este museo, mediante fotografías y películas de video, te cuentan de una forma animada la historia de los Jhonnies. La visita también abarca aspectos de la producción de la famosa cebolla de Roscoff.

La entrada cuesta 4 €, y es gratis para los niños menores 10 de años.

  

♥ Chapelle Sainte-Barbe


Construida en 1619, la capilla estaba dedicada a Santa Bárbara, para preservar a Roscoff de la invasión de piratas y enemigos de la Iglesia.

La capilla con paredes blancas todavía sirve como punto de referencia para la navegación, y merece la pena ir hasta allí, aunque sólo sea por las vistas del puerto ...¡son impresionantes!




Después de la visita a la isla de Batz, dejó de llover, así que aprovechamos a jugar y pasear un poco por la pequeña playa que teníamos en frente del hotel, y después volvimos de nuevo hasta el centro y la zona del puerto para cenar.




El paseo fue muy bonito, y pudimos contemplar bien y hacer bastantes fotos a las impresionantes mansiones y casas que vimos por la rue Víctor Hugo.




Cuando llegamos al centro, estaba atardeciendo, y las luces de la ciudad se empezaron a encender, creando una atmósfera distinta y aún si cabe más bonita que la que vimos con la luz del día. El pueblo estaba muy tranquilo, y daba gusto pasear y perderse por sus preciosas calles.






Nos costó bastante encontrar un restaurante libre para cenar, pero así pudimos prolongar más nuestro paseo y disfrutar de esas calles solitarias, iluminadas y con ese característico olor a mar.

Te recomiendo pasear por sus calles sin rumbo fijo, pues Roscoff es una ciudad preciosa y llena de rincones mágicos.



Ya era tarde, y hacía bastante fresco, así que regresamos andando hasta el hotel para descansar, ya que al día siguiente continuaría nuestro viaje por la Bretaña, y nos esperaban dos pueblos preciosos y además, por fin con la agradable compañía del ansiado sol. 

Nos fuimos de Roscoff con algo de pena, ya que no pudimos disfrutarla ni saborearla como se merece, pero sin duda, si regresamos a Bretaña, volveremos a encontrarnos.





13 comentarios:

  1. ¡Qué rabia da lo del tiempo! ¡Te fastidia por completo los planes! Pero a pesar de lo feo que estaba el día, se ve que es un lugar precioso. No había oído hablar nunca ni de Roscoff ni de la isla de Batz. Los tendré en cuenta para el día que vaya a la Bretaña.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Desde luego...la visita a la isla nos la fastidió, ya que nuestros planes eran pasar más tiempo y estar también un poco en la playa...pero la lluvia y el frío lo hicieron todo difícil! Aún así me encantó haber ido y no me importaría volver...es un lugar muy auténtico!!!

      Eliminar
  2. Cada vez me están entrando más ganas de hacer la misma ruta que hicisteis vosotros, si es que contagias con tus palabras!! Menudo pueblo bonito de verdad!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Rafa!! Fue una ruta preciosa y que me costó bastante diseñar Jjjj ya que hay mucho que ver, pero al final quedó perfecta!! Es un viaje que deja huella. Un abrazo

      Eliminar
  3. Que bonito!!! Me encantan ese tipo de pueblos. No conocemos todavía la Bretaña Francesa, pero viendo todo lo que publicáis, me parece que me encantaría.

    ResponderEliminar
  4. Raquel (peques a bordo)27 de febrero de 2018, 10:22

    Parece un lugar muy tranquilo y no se ve tantos turistas como en otros lugares. Fuisteis en verano?

    ResponderEliminar
  5. Que sitio más bonito, sobre todo la isla de Batz. Esos lugares tan recónditos son los que más me gustan. Me ha encantado el post Marta, muy detallado y con tus fotos tan bonitas. El día que visite esa zona me será de gran ayuda.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  6. Precioso!, Bretaña es un destino perfecto! nos queda pendiente esa parte espero poder ir algún dia, después de leerte, me entraron más ganas

    ResponderEliminar
  7. Que bonito todo!! Cada día me gusta más vuestro viaje, es un sitio precioso, esas calles con esas casas tan bonitas... Me han encantado todas las fotos!!

    ResponderEliminar
  8. Una pena el mal tiempo que os hizo. Aún así bien que lo aprovechásteis jeje. No tenía ni idea de la existencia de este pueblecito ni mucho menos de la isla de Batz. Muy buen artículo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, fue una pena porque teníamos otros planes en mente...pero Bueno, el tiempo es así. Aún así me quedó muy buen sabor de boca de la visita Y lo recomiendo totalmente!!!

      Eliminar
  9. Que interesante la historia de los "Johnnies"y la posibilidad de visitar la isla de Batz desde Roscoff.Muy completo y muy útil tu post como siempre.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Ana! A mí también me gustó mucho la historia y realmente es un pueblo precioso y perfecto para desconectar!!!

      Eliminar

Muchas gracias por comentar! Tu opinión es muy importante para mi