Venecia es una ciudad encantadora y diferente a todas, ya que al estar construida sobre agua, se convierte en un lugar mágico para los niños, con sorpresas que acechan en cada esquina y donde los coches no existen.
Todos sus palacios, casas e iglesias se encuentran en pequeñas islas, unidas por puentes, y la ciudad está surcada por anchos canales y estrechos ríos, formando un maravilloso laberinto, algo inédito y muy llamativo para los más pequeños de la casa.