Sábado, 28 de Abril de 2.018
Era nuestro primer día en Lisboa, y a pesar del madrugón y de la noche algo incómoda en un pequeño vagón de tren, estábamos súper ilusionados y con muchas ganas de empezar a conocer la ciudad.
Según el itinerario que habíamos preparado, pasaríamos la mañana en Mouraria y Alfama, dos de los barrios más auténticos, pintorescos y coloridos de Lisboa, y por la tarde, sin embargo, conoceríamos el lado más moderno de esta maravillosa ciudad: el barrio del Parque de las Naciones, legado de la Expo'98.