17 septiembre, 2017

Giverny, guía para descubrir el pueblo que enamoró a Monet

Jueves, 3 de Agosto de 2.017

Nos levantamos temprano, y bajamos a desayunar al acogedor comedor de nuestro hotel. La Dime de Giverny, concretamente es una "guest house", por lo que el trato es más cercano y familiar. Su dueña fue muy amable, y las instalaciones estaban muy cuidadas y decoradas al detalle.

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Nos entraba el desayuno, así que después de reponer fuerzas, salimos a hacer unas fotos al maravilloso jardín. Qué pena no haber podido disfrutar de él...¡Nos pareció un lugar muy tranquilo y perfecto para descansar! Pero después de visitar Giverny, debíamos continuar nuestro Road trip por Normandía.



Hicimos el check-out, y dejamos las maletas en el coche. Nuestra primera parada sería la Casa y los jardines de Claude Monet, así que siguiendo la indicaciones de la dueña y viendo que Giverny era un pueblo muy pequeño, fuimos andando, y así evitamos el tener que buscar sitio en el aparcamiento.

Fuimos dando un paseo tranquilamente por la calle principal, rue Claude Monet, y tardamos unos 15 minutos en llegar. Antes hicimos varias paradas para contemplar algunas casas que nos gustaron, y una tienda muy coqueta que soltaba pompas de jabón!! Por el camino vimos muchísimas galerías de arte.



Un poquito antes de la entrada, se encuentra la oficina de turismo de Giverny, donde podéis solicitar información o coger algún folleto (cuando fuimos no había nada en español樂). Además es un sitio muy bonito, rodeado de un precioso jardín y alguna cafetería. ¡Un lugar encantador!






A escasos metros, hay un callejón a la derecha: Rue Leroy, donde indica la entrada para grupos y para los que ya tengan los tickets  (como era nuestro caso). No está señalado en grande, así que estad muy atentos!
Sino tenéis la entrada, hay que seguir un poquito más adelante por rue Claude Monet, donde está la taquilla.


Si vais nada más abrir, no creo que haya mucha cola, pero según avanza el día os tocará esperar un rato. Nosotros terminamos sobre las 12.30 la visita, y había bastante gente esperando.


Si tenéis muy claro el día que vais a estar en Giverny, os recomiendo comprar las entradas por Internet. Es muy fácil y cómodo, y te da la opción de visitar la casa y los jardines a la hora que mejor os venga del día  (9.30 a 18 h), a parte de daros el acceso directo, que sobre todo en verano, se agradece. Podéis hacerlo desde AQUÍ.

La entrada cuesta 9,50 euros, y los niños menores de 7 años entran gratis.

También os aconsejo visitarlo pronto, ya que según avanza el día se llena de gente. Nosotros entramos sobre las 10 h y ya había bastantes visitantes.

La duración de la visita variará en función de cada uno, pero mínimo unas 2 horas fijo. Una vez dentro, hay varias secciones para visitar: el jardín del agua, el jardín "le clos normand", la casa, y el estudio (hoy en día convertido en tienda de regalos).

Un poquito de historia

 
Claude Monet nació en París en 1840, y con 5 años se fue a vivir junto con su familia a Le Havre (Normandía). 

En 1883,  Monet descubrió Giverny por casualidad, desde un tren que le llevaba de Vernon a Gasny. Desde entonces se enamoró totalmente de este pequeño pueblo, al que consideró como el más bello de todos, e inmediatamente se trasladó a vivir allí.

En 1890 alquiló su famosa casa, la cual terminaría comprando. Allí viviría durante 43 años, con sus dos hijos (fruto de su primer matrimonio con Moneta Camille, que murió de cancer), con su segunda esposa: Alice, y los seis hijos de esta.

Monet cambió el color de la fachada, pintándola de rosa, y también las ventanas y puertas de verde. Más tarde, y gracias a la venta de sus cuadros, compró los terrenos colindantes, y fue entonces cuando emprendió la que sería su gran obra maestra: su maravilloso jardín.



Monet adoraba la naturaleza, y por eso desde muy joven empezó a pintar paisajes. Contrató a varios trabajadores para construir sus jardines, y él mismo se encargó de supervisar la obra muy de cerca. Además trajo plantas y flores exóticas, y así cumpliría uno de sus grandes sueños. Quería crear un especie de mundo a parte, donde pudiera evadirse... y ¡realmente lo consiguió!. 

Además era un enamorado de Japón, y de ahí la creación de su segundo jardín: el jardín del agua, con clara inspiración japonesa, y donde había una armonía perfecta entre el estanque lleno de nenúfares, el puente y la luz. Cuentan que solía navegar en una barca por el estanque con el lienzo, los pinceles y paleta en la mano... Sin duda, fue un genio!!!

Como curiosidad, en Japón, concretamente en el pueblo de Kitagawa, hay una pequeña reproducción del jardín de Monet. Esto se hizo realidad en 1999 gracias a Gérald Van der Kemp y sus amigos japoneses.


En los últimos años de su vida, Monet sufrió problemas de visión, que junto a la muerte de uno de sus hijos, hizo que se fuera apagando. El 5 de diciembre de 1926, murió uno de los más grandes.

En 1966 Michel Monet legó la propiedad y colección completa de su padre a la Academia francesa de bellas artes. En 1980, la Fundación Claude Monet se ocupó de la restauración y la abrió al público, convirtiéndose en el segundo centro turístico de pago más visitado después del Mont Saint Michel.

Visita de la Casa y jardines de Claude Monet 


La casa y los jardines no están abiertos todo el año, normalmente abren de primavera hasta otoño. En 2017 las fechas de apertura son desde el 24 de marzo, hasta el 1 de noviembre. El horario es de 9.30 hasta las 18h, siendo la última admisión a las 17.30 h. Abre todos los días de la semana.

La visita es libre, y podéis elegir el orden que os apetezca, pero lo lógico es que si entráis por la puerta principal, lo primero que vereis será la casa y el "clos normand". Y si tenéis los tickets comprados por internet, como ya os he comentado antes, entrareis por otra puerta, y lo primero que visitareis será el jardín japonés.


Este fue nuestro recorrido:

♥ Nada más entrar atravesamos un pase subterráneo, y entramos directamente en el "water garden" . En la época en la que vivió Monet, no existía este puente. Ambos jardines estaban separados por una carretera: Chemin du Roy. Se construyó años más tarde, con la donación de Walter H. Annenberg.




El jardín del agua es una verdadera obra de arte. Es aquí donde se inspiró Monet para crear su maravillosa serie de pinturas de los nenúfares (Nymphéas o water lilies). Merece la pena recorrer el jardín tranquilamente, y deleitarse con los preciosos colores de las flores. Os aseguro que no podréis dejar de hacer fotos. ¡Os sentiréis como si estuvieras dentro de un cuadro de Monet!












Aquí es donde se encuentra el famoso puente japonés, que tantas veces plasmó en sus cuadros, como en el fabuloso "The water lily pond, green harmony" (Museo de Orsay), una obra de arte con el precioso puente como protagonista.







Tal y como dice el nombre del cuadro, Monet quiso plasmar en este jardín la armonía perfecta entre el reflejo del cielo, la superficie del agua, la profundidad del lago y la mezcla de colores. Sin duda, fue todo un innovador y sus cuadros dan fe de ello.










En el jardín encontraréis también: un sauce llorón plantado por Monet, más puentes, una pérgola de rosas, una arboleda de bambú, y un montón de flores diferentes con unos colores preciosos.







Monet estuvo muy orgulloso de su creación, por lo que le gustaba recibir a sus invitados en este jardín.

Clos Normand: cuando Monet compró la casa, se encontró con este jardín, el cual reformó totalmente. Lo diseñó de acuerdo al estilo francés, no tan de moda en su época, con líneas geométricas y una especie de hileras-camas de flores de múltiples clases y colores.




Es un jardín muy diferente al anterior, pero realmente bonito. Monet buscaba claridad, y desde la ventana de su habitación las vistas del mismo son preciosas...









También hay árboles frutales y un precioso camino rodeado de arcos con rosas, que llevan hasta la puerta principal de la casa (tiene tres entradas).


Monet fue además un gran viajero, y siempre que estaba lejos de su adorada Giverny, escribía a su mujer Alice preguntando y dándole órdenes de como cuidar el jardín.







La casa tiene dos plantas, y todo está dispuesto con mucha naturalidad. Realmente no parece un museo, y es un lugar precioso y con un encanto especial.





➪ Lo primero que nos encontramos, fue con el "salón azul". Monet pintó las habitaciones de la planta baja de azul y amarillos, dos colores que le encantaban, y que además aportaban mucha luz a la casa. En esta habitación, también podréis ver su colección de estampas japonesas, de la que tan orgulloso estaba Monet. Él siempre había sido un enamorado del país nipón.




➪ Continuamos la visita en la parte superior de la casa, donde se encontraban las estancias privadas de la familia, y lo primero que vimos fue el primer estudio de Monet: "The Drawing room studio". A partir de 1899 lo convertiría en un salón, donde iba colgando sus obras, las que más amaba, y donde le gustaba entretener a sus visitantes. A lo largo de su vida, este salón se fue convirtiendo en una exposición privada de sus pinturas más importantes.





¡A mí esta sala fue de las que más me gustó! Sentí algo muy especial estando en un lugar que había visto crear tantas obras maestras...



➪ La siguiente estancia que pudimos ver, fue la habitación de Monet. Aquí fue donde murió. Es una habitación preciosa, y con unos grandes ventanales donde al despertarse Monet podía contemplar su maravilloso jardín. Fue además una verdadera galería de arte impresionista, ya que a Monet le gustaba colgar de sus paredes cuadros de amigos tan conocidos como Cezzane, Boudin, etc...






➪ Luego vimos el baño de Monet, y contiguo a este, el de su mujer Alice.

➪ En el dormitorio de Alice se han colgado varias pinturas que se encontraban en la casa en los tiempos de Monet. El mobiliario es bastante sencillo, y se ha dispuesto todo de acuerdo a los esquemas de decoración de una casa de campo de la región de alrededor del 1900.




La siguiente habitación que pudimos ver, fue la de Blanche, hija adoptiva y nuera de Monet (era hija del matrimonio anterior de Alice, y en 1897 se casó con Jean, uno de los hijos que tuvo Monet con su primera esposa). Está decorada en tonos lilas, tal y como estaba en sus tiempos. Blanche adoraba pintar, y solía hacerlo cuando acompañaba a Monet en algunos de sus viajes por la región.



Volvimos a la planta de abajo de la casa, y vimos una pequeña habitación: "The Epicerie". Las imagenes de la pared relatan el comercio entre Oriente y el Oeste. Aquí es donde la cocinera y la criada venían a buscar delicias, como los tés de Londres y diferentes especias traídas de muy lejos.

➪ Después entramos al comedor, una estancia preciosa y que parece sacado de una casa de muñecas!!

Esta amplia habitación está pintada de un amarillo dorado, un color algo atrevido en su época. Monet adoraba la gastronomía, a pesar de que no sabía cocinar, y aquí seguramente pudo degustar muchos de los platos que le encantaban.




El salón está decorado con cuadros de algunos de sus amigos como Renoir, y también con estampas japonesas. En el centro hay una gran mesa.

➪ La siguiente y última estancia que visitamos, fue la cocina, decorada con mucho gusto y con azulejos de cerámica blancos y azules de Rouen. Tiene varias ventanas y una puerta que dan al jardín.





La vajilla está perfectamente ordenada, y los muebles de color azul celeste son realmente preciosos!


♥ Nuestro recorrido por la casa había terminado, y fuimos a la última visita del recinto: el Atelier des Nymphéas (en inglés "The water Lilies Studio"). Ahora es la tienda de regalos, pero en su día fue el último estudio de Monet.

Fue construido durante la primera guerra mundial, y fue donde se refugió Monet durante sus últimos años. Aquí pintó su famoso "Tríptico de los Nenúfares", toda una obra maestra.




A parte de regalos y pinturas, también podréis comprar libros muy interesantes sobre Monet, eso si, ninguno en español. Nosotros hicimos alguna compra que otra, y me hubiera llevado muchísimas más cosas... pero la maleta ya iba algo justa, y eso que acabábamos de empezar nuestro viaje!😞

A la salida de la casa, encontraréis otra tienda de regalos y el restaurante y salón de te "Les Nymphéas", justo en frente del parking (gratuito).

A unos 5 minutos también se encuentra: el Museo de los impresionistas (99 Rue Claude Monet). Nosotros no entramos, pero si os gusta el arte y sobre todo la pintura impresionista, no os lo podéis perder. Fue inaugurado en 2009, y rinde homenaje a los pintores de este estilo que fueron cautivados por la orillas del Sena.



Volvimos paseando de nuevo por la calle principal del pueblo, rue Claude Monet, en dirección a nuestro hotel, ya que muy cerquita de allí, se encontraba nuestra última visita en Giverny: La Iglesia de Sainte-Radegonde, y la tumba de Monet.


Visita de la Iglesia Sainte-Radegonde y tumba de Monet


Esta Iglesia fue construida entre los siglos XI y XII, y ampliada en el XV. Durante las batallas de liberación de 1944 fue muy dañada, y ha sido objeto de una importante restauración entre los años 2008 y 2010.





Por dentro es bastante sencilla, y eso aún la hace más bella. Tiene unas bonitas vidrieras azuladas, que con la luz del sol, crean unos reflejos en el suelo realmente bonitos. A mi me encantó!!!







Antes de entrar a la Iglesia, vereis que hay un cartel que señala la tumba de Claude Monet. Fue enterrado aquí junto a varios miembros de su familia, y es bastante modesta. Para mí fue una visita muy especial...  Monet se enamoró tanto de este pueblo, que quiso que sus restos descansaran aquí.




Detrás de la Iglesia hay un cementerio, y en el lado izquierdo de la entrada, hay un dolmen muy antiguo descubierto en 2015, y un monumento dedicado a los soldados franceses muertos durante la segunda guerra mundial.









Ya eran cerca de las 14h, así que cogimos el coche y nos fuimos a comer a un restaurante muy especial: "El Moulin de Fourges". Lo había visto hacia tiempo en instagram, y me enamoré totalmente de ese lugar.



Este restaurante está situado a unos 10 km de Giverny, y aunque no nos pillaba de camino a Rouen  (nuestra siguiente parada), decidimos desviarnos para conocer este pintoresco y fotogénico lugar.

La comida es algo cara, y el servicio nos pareció demasiado lento, pero el menú estaba exquisito y el lugar es tan bonito y tranquilo, que estamos muy contentos de haber ido.







Si os apetece ir a comer, podéis hacer la reserva desde su página web.

Después de la comida, pasamos el puente y estuvimos un buen rato haciendo fotos e incluso tocando el agua del río. Es antiguo molino convertido en restaurante, y el lugar es realmente encantador.








Sobre las 16 h nos pusimos en ruta hacia Rouen, donde pasaríamos la tarde....Pero de esto ya os hablaré en el próximo post.

La verdad que la mañana había sido realmente intensa, y la visita de Giverny, conocido como el pueblo de los pintores, es una parada obligatoria en cualquier road trip por Normandía.




2 comentarios:

  1. Que gran artículo Marta!!!! La fotografías son espectaculares y la descripción y la información que aportas super útil. Se lo voy a pasar a mi hermana. Siempre sueña con ir allí. ��

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    1. Muchísimas gracias Alicia!! Me alegra que te guste y ojalá la sea útil a tu hermana!!! Para mí también era un sueño y es un lugar que recomiendo totalmente!! ! Un besazo

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